Aquello único e inexplicable

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La cuenta atrás para poder ver(te), para poder respirar(te), para poder sentir(te), cada vez se hacia más pequeña, pero la espera, mucho más larga. Y el día que llegó, estuvo toda la noche sin dormir, sin soñar, por que su sueño eras tú, nada más y nada menos que tú. Y ahora que te has vuelto a ir, ¿qué puede hacer Estela? ¿Esperar? Dirías, ¿no? Pues no, hoy Estela se ha levantado con una sonrisa en la cara y el mundo se la ha devuelto, ha cogido su maleta de piel y a metido sus veinticuatro coletas, su pinta uñas negro, y sus gafas color rojo. Y, por supuesto, no se a olvidado de Cora, de su dulce Cora, que estaba entusiasmado con todo lo que le estaba pasando a Estela. Se a dirigido con grandes zancadas al aeropuerto, y le ha dicho a la señorita que la atendía, que no podía más y necesitaba ver(te). Así pues, ha roto a Pinni, su cerdito-hucha, y ha pagado el billete de avión para ir allá donde tú sabes. Pero Estela esperaba que aparecieses con una sonrisa y una música bonita de fondo, como si de un sueño se tratase. Y al verte, Cora se ha roto-chas,chas,chas-. Su sonrisa se ha esfumado. Y lo peor de todo, es que para ella, su vida ha finalizado. ¿Piensas que ha estado bien hacerle eso a Estela y a Cora? Yo creo que para nada bien. Ahora, Estela no existe, y a Cora le falta una mitad. Y Estela llora, llora, llora y llora lágrimas de cristal. Y no puede más, no puede por el dolor, no puede por que quiere dejar de existir, no puede, por que no para de pensar en ti. ¿Y tú qué haces? te limitas a sonreír a una vida que no le sonríe a los demás, pero no dudo que a ti te lo haga, no, claro que no. Aunque todos saben que es muy difícil que la vida te sonría, a ti. Lo siento mucho, pero ya basta. Para ya, de destrozarle la vida a los demás, de ir rompiendo corazones y coleccionando mitades.

Estúpido rompe-corazones... ¡deja de existir!