-¡Dios! Déjame en paz. ¡Déjame!- Y colgó.

Se arrepintió toda una vida por lo que dijo. De haber sabido que eso ocurriría, nunca, nunca lo habría echo. Nunca le abria dado al botón rojo. Nunca.

Y es que es verdad que ella no podía predecir lo que le pasaría en un futuro, pero no se imaginaba, de ningún modo, que iba a acabar así.

El le hizo daño, mucho, quizás demasiado.

Por eso ella, ya nunca creyó más en el amor. Por que eso no existía para ella.

Pero al volver a verlo, al cruzarse con el aquel día, su mundo se derrumbo.

El la habia engañado si, pero deseo que eso de colgarle nunca hubiese existido, que le hubiese perdonada, deseo volver al pasado.

Mientras ella paseaba a su perro, Piña, se cruzo con el, mientras caminaba junto a un pequeñin, muy mono, que era clavado a el.

Ya estaba claro.

Ella se habia pasado una vida entera, esperando el valor a perdonarle, y después de siempre recordar cuando el le juro que siempre estarían juntos, que su corazón era de ella... se le cayó el mundo encima.

El tenia un hijo, se habia enamorado de otra, y lo que ella pensaba que tenia por su corazón, solo era una visión borrosa de algo con lo que habia estado echando toda su vida a perder, de lo que habia soñado, por que ese era su sueño, no el de el.

Y.. se dio cuenta de que los sueños, sueños son.

Aquel día, era un día soleado, en el que el sol bañaba el verde césped, y el agua del arroyo destellaba como un diamante. Ella estaba sentada en el borde de su ventana, como hacia cada día, y no observaba el agua, ni el césped, no, lo que ella observaba era otra cosa, era el camino, el que el recorrió aquel día cuando se marcho. El que ella había intentado recorrer, pero sin ningún rumbo, y al final siempre acababa por caminar caminar y caminar, y siempre volvía al mismo sitio. El que había visto como cada animalillo cruzaba, como cada vecino caminaba por el, con el fin de llegar a su destino, por que todos estaban preparados alguna vez para emprender el camino hacia la verdad, pero ella sencillamente... no lo estaba. Era algo extraño, ya que ea sus edades ya haber engendrado un descendiente, y hubiese seguido el camino. Pero ella no podía. Ella, no sabia si era por que no se atrevía, o por que no había tenido ningún descendiente. Pero a lo mejor era por eso, por que no tenia ningún descendiente. Cuando una persona, está preparada para hacerlo no le importa con quien sea, simplemente, lo hace y ya. Pero ella no podía, algo la ataba a seguir así, algo que, nadie de allí sentía, nadie podía comprender. Quizás lo que ella sintiese fuera amor. Amor por aquel estúpido pelo-rubio que le acerco un día y la beso. Es por eso por lo que no podía pasar, por que ella, aun seguía esperándole, al menos, por que el tenia su corazón, por que ella lo amaba más que a nada en este mundo, por que ella le necesitaba.

Que grande se ve el mundo desde ahí abajo, para lo insignificante y pequeño que se ve desde arriba.

Piensa que eres invisible.

Que Para él no existes.

Piensa que siempre le has querido, y nunca te ha contestado.

Piensa que siempre has soñado con él.

Piensa que te ha robado los mejores años de tu vida.

Piensa que ahora eres una sin vida.

Piensa que nunca existió.

Piensa Piensa Piensa.

Bla Bla Bla.

Y por mucho que me dijera, por todas las verdades que me contara, yo iba a seguir amándole, por que lo que yo sentía-y siento- es mucho mas que todo eso, son mucho más que sentimientos. Mi corazón ya no se lo puede borrar de la mente, y, ¿Por qué? Por que es suyo y yo eso no lo puedo cambiar.

Amig@s...

Ella no tenía de eso.

Ella no sabia lo que era eso.

Ella o sabía lo que era explotar a risas hasta llorar, ella no sabia lo que era pelear, ella no sabia lo que era una tarde tumbada al sol, ella no sabia lo que era ir de compras, ella no sabia lo que era una fiesta de pijamas, ella no sabia lo que era una noche de fiesta, ella no sabia lo que era amar a un chico de carne y hueso, ella no sabia lo que era llegar tarde, ella no sabia lo que era jugar, ella no sabia nada.

Por suerte yo sí. Yo si sé lo que es reír hasta llorar.

Yo si sé lo que es pelear, y el dolor que trae consigo la pelea.

Yo si se lo que es una tarde tumbada al sol.

Yo si se lo que es ir de compras.

Yo si se lo que es una fiesta de pijamas.

Yo si se lo que es una noche de fiesta.

Yo si se lo que es amar a un chico de carne y hueso-y también al que no-

Yo si se lo que es llegar tarde.

Yo si se lo que es jugar a cualquier cosa.

Yo si que se lo que es tener amig@s, pocos, pero sí, lo sé.

Estúpido mundo, estúpido planeta...

¿Por qué lo tenias que crear a él, exactamente?

¿Por qué tenias que hacer ese cuerpo tan perfecto, y esas manos deseosas, y esa cara tan preciosa, con esos labios, carnosos,y esos ojos, preciosos?

¿Por qué estúpido mundo?, ¿por qué?

¿Y por qué me enamoré de él?

Puto perfecto gilipollas.

Eso exactamente pensé cuando le vi aparecer por esa esquina, por la que pasaba todos los días, por la que le veía todos los días, no nos saludábamos, quizás por que él no sabia que yo me encontraba allí, o quizás, por que yo no me atrevía ni a levantar la cabeza cuando pasaba. Era perfecto sí, pero yo una idiota que no iba a acabar con él, una gilipollas, que, en vez de plantarle cara y decirle lo que sentía, dejaba que pasase su vida sentada en un banco, esperando a que él, algún día se fijase en ella, esperando a que algún día le devolviese su corazón...

O quizás ese sería su sueño más profundo, con el que moriría. Por que no sabia expresar lo que sentía, ni tampoco nadie lo entendería, era algo suyo, muy suyo, y por eso se paraba a observarle, pasar, dejar su vida pasar, sentada en un banco, guardándoselo todo, y quizás no se creía que nadie la entendería, por el miedo a eso mismo. Miedo a que él no la comprendiera, miedo a él, a su corazón, a su vida.

Que bonito es ver amanecer, junto a ti...

De repente, empecé a ver borroso y.. empece a llorar. Escuche cada lágrima chocar contra el suelo helado. Cada jadeo que daba, y sentí el dolor de tu perdida.

Pensé que no podría ser así, una y otra vez, que no había pasado, que era una pesadilla... hasta que el cansancio me batió, y me dormí...

***

Corro, corro muy deprisa, estás enfrente de mi.

Pero no te consigo alcanzar, cuando lo hago te estas yendo y por fin, otra vez, te agarro por la cintura y pienso que eres real.

-Que bien, todo ha sido una pesadilla-te digo, y te giras y me miras a la cara.

-Sí una pesadilla...

-¿Qué me estás escondiendo?

-Yo.. yo te quiero.. yo de verdad, y no te quiero hacer daño y... Estoy muerto, mi vida. Esto es un sueño... y -caigo al suelo de rodilla, y comienzo otra vez a llorar, me abrazas, y susurras- Te amo, mi vida...

-Pero... pero... ¿Por que? ¿Y por que te apareces en mis sueños? Por que...

-Por que soy tu sueño...

-¿Y yo no puedo pasar mi vida aquí, a tu lado, junto a ti?

-No. Pero tu eres mi vida yo siempre estoy junto a ti. En ti. Yo soy tu.

+Texto cacoso ._.

Y es que no sabemos expresar lo que sentimos, y en el momento justo.

Siempre nos creamos una máscara. Una máscara falsa. La que todos ven. Guardamos nuestros sentimientos porque, o tenemos miedo a que los rechacen, o tenemos miedo a que se destruyan. Y ahora, ¿por que lo hacemos? ¿por el bien de uno mismo? Parecen unas preguntas sin respuesta, ¿verdad?

Recuerdos.

Todos tenemos recuerdos.

Unos que quieres ser borrados, otros que quieren ser guardados.

Unos buenos, otros malos.

Unos que nos producen tristeza, y otros, que nos producen felicidad.

Es bonito recordar los momentos buenos.

Pero, ¿Es bonito recordar aquellos que queremos olvidar?

Los humanos, tenemos una gran facilidad para olvidar los malos momentos, o al menos, eso dicen.

Yo, aun sigo recordando el dolor que sentí un día, un día que, para mi corta edad, era importante.

Un 27 o quizás un 28. Y lo sigo recordando.

Quizás no valga la pena intentar olvidar los malos recuerdos.

Al fin y al cabo, pueden llegar a se buenos,¿o no?

Felicidad.

¿Qué es la felicidad?

Lo cierto es que, todos sentimos felicidad alguna vez.

Aun que queramos negarlo.

Aun que la escondamos debajo de la cama, para ser personas frías.

Todos necesitamos un momento de felicidad.

reír con nuestr@s amig@s, pasárnoslo bien.

¿Y tú, sabes lo que es la felicidad?

Obsesión.

Se incorporo en la cama, y se quedo observando las lágrimas que dejo mezcladas con el rimmel de la noche anterior.

Todos sabían- al menos lo imaginaban e intentaban creerse- que a él no le pasaba nada, hasta el medico la convenció.

Delante de los demás ella era normal, peor muy en el fondo, lo sabia, de verdad que lo sabia, y tenia miedo, mucho miedo, por que, si ocurría eso, no sabría encontrarse.

Ella se lo intentaba creer...

Pero el miedo la vencía.

Luchaba contra í misma día tras día.

Hasta esa noche, en la que se desmorono.

Intento pensar en que, al menos podría disfrutar de los días que le quedaban junto a él.

Y también intento imaginarse esa vida sin él.

Pero.. no.

No podía vivir sin el. No no no no no no no no no y no.

Él era su vida.

Su sueño.

Su todo.

Siempre había sabido que quería hacer con su vida, vivirla con él, pero después de que eso ocurriera... ¿Seria capaz de echar en adelante?

¿De verdad que lo seria?

Lo dudaba y mucho.

Y lo peor era que nadie lo sabia.

No tenia a nadie para que la aconsejara.

Así que decidió una cosa.

Moriría con él. Por él.

No iba a aguantar una vida sin el. De ningún modo.

Y después de recordar lo que decidió.

Sonrió para sí.

Disfrutaría de lo poco que le quedaba de la vida de viva, para vivir junto a él en la de muerto.

+Cómo sabeis las fotos son mías, no las robeis, por favor.