"Ella era de esas a las que les quemaba el frío"

10 enero, 2010

Vuelo 6544



Sentada en una de esas sillas incomodas y frías del aeropuerto espera a que llamasen a los pasajeros hacia el vuelo 5887.



Miles de recuerdos pasaban por mi cabeza, como diapositivas. Tan rápido que no era capaz de poder distinguirlos. Pero sabía que él era el personaje principal en todos ellos. Y entonces unas pequeñas lágrimas comenzaron a deslizarse por mi cara, destrozando horas de maquillaje y horas de olvido. Ese dolor infernal volvía a mi pecho, a mi corazón, o a lo que quedaba de él. Y otra vez más, el mundo se apodero de mí.
-Pasajeros del vuelo 5887, última llamada.
Mi cuerpo lo hizo todo por mí, y me llevo hasta el asiento, aun mucho más incomodo, del avión. Me quede observando por la ventana del avión. Para mí todo era gris. Sabía que justo debajo estábamos sobrevolando The city, mi ciudad… Oh Nueva York. Y todo lo que para mí era tan precioso, ahora era gris y desolador. Parecía como si solo pudiera ver todo lo malo que había en el mundo. Levante mi cabeza, y solo entonces vi algo en color. Nos cruzábamos con un avión. Sé que eso iba a velocidades altísimas. Pero podía oír a mi corazón a kilómetros. Y sabía que solo una persona en el mundo lo tenía, y se hacía cargo de él. Mire fijamente a las ventanas, y pareció como si el mundo se paro, porque pude mirar la felicidad en sus ojos y reconoces su deslumbrante sonrisa.







-Sentado en el vuelo 6544, sonreía y adoraba algo entre sus manos, mi corazón.

1 comentario:

sandinovsky dijo...

Hablabas del ser anhelado?..idealizado?.....o quizas una galleta nueva con un sabor innovador? :O