"Ella era de esas a las que les quemaba el frío"

04 enero, 2010


4 de enero de 2010

¡Ya estoy aquí! Otra vez. No he podido esperar más tiempo sin decirte que… ¡muchas gracias! Gracias por tu silencio, porque sé que lo has leído. Y sobre todo gracias por comprenderme, porque también sé que lo has hecho.
Y no me cansaría de decírtelo: graciasgraciasgraciasgracias, porque sé que en tu corazón siempre ha habido un hueco para esta egoísta y egocéntrica chica rubia.
Esta noche he viajado a dónde nunca quería haber ido. A un lugar sombrío, he sucumbido a las tinieblas. Pero no ha sido difícil. Te contaré como ha sido. Pero solo porque sé que si no te lo cuento, te morirás de curiosidad.
Todo era oscuro y frío. Las calles olían a basura, por culpa de la humedad, y yo estaba sentada en el Empire State. Conté un, dos, tres… Y caí.
Caí caí caí caí y no pare ni un solo minuto. Iba a velocidades altísimas, porque el aire me hacía mucho daño en la cara, y no sólo porque estaba helado. Y entonces… Me desperté.
Y me di cuenta de que la oscuridad me rodeaba. Que ahora todo había cambiado, y que seguía llorando por él.
Y es así como decidí luchar contra las tinieblas. Para encontrar un mundo nuevo y mejor… ¿imposible, no? No mucho más que volver a sentir sus caricias.

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