"Ella era de esas a las que les quemaba el frío"

06 marzo, 2010

Dulce dama del hielo...
Abre la puerta, y asoma su cabecita rubia a través de ella. Siente un aire helado que le corta las mejillas, y cierra los ojos, muy fuerte, pensando que así, el frío se irá. El pelo le azota la cara. Respira hondo. Una, dos, tres... Abre los ojos y ve unos grandes ojos que la miran fijamente. Se estremece. El aliento del animal le roza suavemente los labios, sintiendo el frío como nunca antes lo había echo. Se siente entre miles de cadenas montañosas, perdida y abrazándose el cuerpo, para darse calor, mira a su alrededor. Cierra los ojos, vuelve a contar hasta tres, y los vuelve a abrir, el animal  los ha cerrado, espera. Respira tranquilidad y soledad. Su frío es su único amigo, y esa puerta su desesperación.  Ha descubierto a un nuevo ser visitando el castillo del hielo del señor helado, y siente felicidad, aunque los carámbanos que le salen de los ojos demuestre lo contrario. Y espera, espera a oír su voz, espera a poder, por fin, disipar la soledad de aquel frío e interminable invierno.
Ella, inquieta y tiritona, le sopla la cara, le acaricia, y le retira los carámbanos, sonríe. El animal abre los ojos. Parece que sonríe, en sus ojos se atisba un brillo de felicidad. Se echa hacia atrás, y ella adelanta dos pasos, mirándole fijamente a los ojos, adorándolos. Sigue sintiendo frío, pero eso ya no importa, por fin se siente en casa. Adora el frío polar, por fin es feliz. Se sienta con las piernas cruzadas en el helado suelo y el animal se tumba a su costado, apoya su cabeza en las piernas de ella.  Sonríen, los dos. Cierran los ojos y dejan que el aire helado les corra por las venas.
Por fin en casa, dice.

1 comentario:

笠原秋子 dijo...

yo también cierro los ojos cuando hace mucho frío. Es genial esperar de ese modo al autobús.
Yo también quiero plantarme frente tal animalito :)
(tú y tus cabeceras, mujer *_*)
un besito!