"Ella era de esas a las que les quemaba el frío"

13 abril, 2010

Esta carta es para ti, sí, para ti querido.
Para recordarte que nunca he creído en príncipes azules, ni los cuentos de princesas, pero sí en los sueños, y un día apareciste tú en uno de ellos. Desde entonces, buscaba en un mundo descolorido, frío y siniestro, tus ojos azules y tu sonrisa petrificante, un pelo negro que le daba un blanco siniestro a una cara de contornos definidos y... ¿sabes qué? un día me tropecé con cupido y le supliqué que te buscara, porque, verás, no aguantaba más sin ti. Era un sentimiento que me corría por dentro, un sentimiento de necesidad, que me hacia pequeñita y me dejaba en una esquina tirada como una colilla, en verdad, era un sentimiento único, e inexplicable, aunque siempre se puede poner ejemplos.
Supongo que aquel día fue el mejor de mi vida. Mi día de suerte. Porque corriendo detrás de cupido me tropecé contra alguien, no paré, estaba cegada por el brillo y la sonrisa de cupido, y, sin darme cuenta, simplemente, con un giro de cabeza, vi ese pelo negro, y mi cuerpo paró en seco, sin yo pedírselo. Parecía que salia rayos refulgiendo de tu cuerpo, que por donde tú pasabas el sol bañaba de color el mundo, que tu ojos pintaban de colores la ciudad.
Y no me equivocaba. Tú pintabas mi mundo, lo hacías sonreír, y me hacías ver las cosas de una manera tan diferente que ahora mismo, nadie me comprendería. Sé perfectamente que sonará de locos, pero, te necesito.
Necesito saber como es el color verde, y el azul de tus ojos. Necesito volver a perderme por un mundo de arco iris y por una vida de piel de gallina. Necesito sentir, el amor de tus besos, el calor de tu cuerpo, sentir como me falta el aire, como dejas un hueco de vacía cuando te vas, y como sonríes con el primer rayo del sol. Necesito sentirte, aquí, a la izquierda de mi pecho, dentro de algo que hace "bum, bum". Necesito que rellenes ese hueco, ya que yo sola no puedo.
Y, ante todo, te necesito, para poder vivir. Porque, pareceré una obsesionada, una loca, aunque no me importa, es lo que hace el amor, ¿no?
Pero aún así, necesito respirar tu aire, necesito tus besos, necesito tus caricias, necesito tu sonrisa, y tu mirada calculadora. Necesito poder ver un mundo irreal, que solo tú me haces ver.
Y a cambio de toda necesidad, te daré lo único que puedo, y sé, dar: mi amor. Te lo daré a cuentagotas, porque aunque parezca egoísta, te necesito aquí siempre, y pienso que es la única manera de poder tenerte a mi lado por y para siempre.
Si te soy sincera, no pensé que esta carta iba a ser así, creí que era fuerte y podría haberte dicho todo lo contrario a lo que he escrito ates, pero ¿¡sabes? se me hace imposible. Pero, decirte a ti que no, negarlo todo, es como decir que somos los únicos en el universo, que la luz sale de nuestros ojos, y que el sol no existe. Así de simple.
Ah si, sólo me queda por decirte una cosa.

Gracias. Gracias por vivir, por existir, por enseñarme a vivir, y por crear esta sensación dentro de mi, eso único e inexplicable. Y ante todo, te quiero.




Nuevo cabecera para Aquello único e inexplicable! :)
Aviso: no sé si esto es una vuelta definitiva, solo se que seguramente eso es lo que voy a escribir para mi profesora, un trabajo, una carta de amor, ¿se puede dar con un canto en los dientes? =3

1 comentario:

While dijo...

Me gusta!! Me ha encantado, sobre todo las primeras palabras del comienzo! =)

Besos desde Francia!