"Ella era de esas a las que les quemaba el frío"

28 diciembre, 2009

Oh, lucecitas de colores, ilusión, felicidad, amor, decoraciones ¡y regalitos!
Oh Navidad.



Adiós ilusión...
¡Qué bonitas son las mentiras que nos cuentan cuando creemos que son verdades!


Cantemos todos juntos: Navidad, Navidad, dulce Navidad...

¿Por qué somos tan ingenuos que tenemos que mentir para que otros sean felices y tengan ilusión? ¿Es que nadie se da cuenta que esas mentiras PapaNoelReyesMagos hacen daño?
Pobres de esos niños que viven la navidad esperando los regalos de los Reyes Magos. Pobres de los que se pasan todo el año portándose bien, por que sino, no tendrán regalos. Y pobres de aquellos que la noche de reyes duermen ansiosos por saber si toda la lista de aquella carta que nunca llegó a ninguna parte va a ser cumplida.
Y ¿ sabéis qué? Por muy pobres que me parezcan, por mucha pena que me den... Los envidio con toda mi alma. La Navidades ya no son nada cuando descubres la verdad, entonces crees que 'eres mayor', por el simple echo de darte cuenta que la gente es estúpida. Y aún así, echo de menos estar nerviosa la noche de antes, echo de menos subir corriendo las escalera de mi casa después de volver de la cabalgata de reyes, para mirar debajo del árbol. Echo de menos tener ilusión por algo.

Montemos el árbol, montemos una pantomima para que los más pequeños se lleven un gran chasco cuando sean mayores y se den cuenta que todo es gracias a las grandes empresas comerciales. ¡Sí!

Navidad, Navidad, dulce Navidad...

2 comentarios:

笠原秋子 dijo...

El otro día me quedé con las ganas de comentar este texto, pero lo hago ahora :)
La verdad comparto esa opinión contigo, las navidades si algo tienen de bonito es en la ilusión que aflora desde cada uno de los copos de nieve que tan característicos son de esta época. Luego cuando toda ilusión se pierde pero nace la madurez, por lo que puedes ver en qué engaño has estado metido y además de eso hacer que los más pequeños vivan una mentira, pero que mientras tanto sena felices, en cierto modo esa decepción ayuda a madurar. Cuando eres consciente del verdadero derroche y comercialismo que supone la navidad lo único que aprecias es tener personas que te la feliciten y que, una vez más, te hagan sonreir. Y antetodo y sobretodo, dedicarles una gran sonrisa a los que ya no están.
Un besito muy grande :)

Claudia Hale. dijo...

No es imposible, solo tienes que proponértelo.
¡Regalito en mi blog chica de las galletas! :)
Un beso :D